Recomendado para viajeros sin lujos

La atención del personal fue impresionante. Me ayudaron a entender cómo moverme fácilmente y eso hizo que todo fluyera sin problemas. Además, había una panadería cercana que era simplemente espectacular, perfecta para un buen desayuno después de una noche en la habitación, que, aunque pequeña, resultó ser muy cómoda para descansar después de un largo día.

No fue barato, pero todavía aceptable para lo que se ofrece.

El desayuno ofrecía opciones deliciosas como croissants recién horneados y una variedad de zumos. La chica a cargo del servicio del desayuno fue muy amable y atenta. utilicé el centro de negocios, que contaba con buena conexión a Internet, lo que facilitó mucho mis presentaciones. La ubicación era excelente, a solo 3 minutos de la estación de metro Riquet, lo que permitió un acceso rápido al centro de la ciudad.

El ascensor estaba en mal estado y la habitación era algo pequeña.

El agua caliente iba y venía.

Una estancia inolvidable en París

Disfrutamos de nuestra corta estancia. El aparcamiento es un poco complicado para autos grandes, pero es práctico tenerlo. Agradable sorpresa fue la cercanía de un supermercado, perfecto para picar algo rápido. No olviden visitar la cafetería cercana para unos croissants frescos.

el hotel ta muy chill, el personal super majo y siempre dispuestos a ayudar. el desayuno estuvo rico, aunque un poco repetitivo, pero los croissants estaban de lujo 🤤. la ubicacion es top, cerca del metro y a un paso de todo lo interesante de parís. la habitación estaba bien, limpita y con aire acondicionado, perfecto para el calor. lo mejor de todo es que hay un supermercado al lado, super práctico para comprar cositas rápidas.

lo malo fue el ruido de la calle, algo molesto para dormir, y el baño un poco incomodo, pero bueno, se aguanta.

La habitación era pequeña, como ya sabíamos, pero cómoda. La ducha es chiquita, así que si eres grande, puede ser un lío. Tenían una cafetera Nespresso, lo cual fue genial, pero solo dejaron un café por persona para toda la estancia, un poco raro. El ambiente era limpio y no escuchabas ruidos del exterior, lo que se agradece.

Todo muy bien! Los croissants del desayuno recién horneados fueron una delicia 🤤. Solo que el baño era un poco pequeño, pero eso no arruinó mi experiencia. Definitivamente volvería.

Fue una elección de primera para una noche en París con una buena relación calidad-precio. Lo mejor fue que hay un supermercado justo debajo del hotel, lo cual es muy conveniente para comprar algo rápido. Pero ojo con los desayunos, son un poco escasos, así que si puedes, ve a comer afuera.

Super recomendado for pasear

Cómodo lugar, conveniente ubicación, el personal muy amable, además tienes un supermercado justo debajo para comprar lo que necesites para el desayuno y a solo 100 metros de la estación de metro Riquet, lo que facilita moverte por la ciudad sin complicaciones.

No podría haber estado más feliz.

He estado en Tilde y, honestamente, disfruté de mi estancia. Las instalaciones son bastante nuevas y se notó la limpieza. La ubicación es un gran punto a favor, está a solo 3 minutos de la estación de metro, lo que hace fácil moverse por la ciudad. También, tener un supermercado justo debajo del hotel facilita mucho conseguir algo rápido. El personal fue amable y siempre listo para ayudar. Sin embargo, la habitación era un poco pequeña, lo que complicaba el movimiento, especialmente con maletas grandes. La ducha era sumamente estrecha, lo que puede ser un problema si no se tiene un tamaño estándar. A veces, el desayuno no tenía la variedad que esperaba. un poco escaso, especialmente si no llegas a primera hora. El ruido de la calle también era un poco molesto para dormir, pero en general, es un lugar que vale la pena considerar si planeas estar en París.

La atención del personal fue increíble siempre dispuestos a ayudarnos y se notó la limpieza del hotel en cada rincón. La cama era amplia y se disfrutaba de un descanso reparador. Además, la ubicación es ideal a un paso de dos estaciones de metro en un área agradable y tranquila.

Sin embargo, la ducha era un poco estrecha y a veces resultaba incómodo moverse con maletas grandes.

La habitación era pequeña, pero el metro te lleva a todos lados.